Thursday, September 15, 2005

Butterfly
El otro dìa desperte, y vi una mariposa volando dentro de mi cuarto, cerca de la ventana,
golpiando contra el grueso vidrio, intentando salir.
Como habria entrado en primer lugar?
La puerta se encontraba cerrada, la ventana tambien, no existe otra
salida al exterior mas que esos dos lugares, y sin embargo alli estaba,
golpiandose a si misma contra la ventana, intentando escapar.
Me levante de la cama, abri la ventana, y deje a la mariposa volar libre.
Afuera el sol se veia radiante, el cielo azul, era el principio de la primavera,
la estaciòn de la vida, la estaciòn del amor.
Horas mas tardes me dirigi al parque cercano a la Quinta Avenida, no tenia
mucho que hacer ya que era mi dia libre, asiq dedici recostarme en el pasto
y mirar el cielo por un rato.
Lo curioso es que al voltear la cabeza vi a la misma mariposa posada sobre una rosa,
bebiendo el nectar de esta. La reconoci por sus colores radiantes, su ala izquierda un tanto
doblada y partida en su parte inferior.
Extendi mi mano, y la mariposa se poso sobre esta. Agitaba sus alas al principio de manera violenta, para luego serenarse y moverlas al mismo tiempo de las palpitaciones de mi corazon.
Siempre crei que las mariposas emigraban de Sur a Norte en esta epoca del año, como lo comanba su instinto genetico, pero ella se quedo cerca mio, posada sobre mi mano, en paz.
Segundos, minutos, horas pasaron, hasta que por fin decidio a emprender vuelo,
partio de mi mano, volo libremente con direccion al Norte, y se perdio en el horizonte.
Los dìas que siguieron no fueron faciles para mi, no se porq, pero la
cuestion es que no logre conciliar el sueño, no logre probar bocado, no fui capaz
de presentarme a trabajar, me encerre en mi cuarto a oscuras, y en lo unico que pensaba
era en la mariposa, que se habia perdido en el horizonte.
Pasaron minutos, horas, dias, semanas, y cada vez el recuerdo se hacia mas latente en
mi mente.
Hasta que una noche la volvi a ver.
Agitando sus alas, posada en el marco de la ventana.
Me dirigi hacia ella, la tome entre mis manos suavemente.
Sus alas se agitaban freneticamente hasta que de repente dejo de moverse.
Su vida se fue de mis manos.
Su diminuto y fragil cuerpo sin vida reposo finalmente entre mis manos.
Ahi entendi finalmente.
La livertad existe, y la acompaña la muerte.
Es solo un instante.
La mariposa lo comprendio.
Y escogio vivirlo.

2 comments:

Soledad said...

Grandioso, realmente me parecio muy bueno este nuevo escrito, nueva forma, nuevo ritmo, imagenes mucho mas sensibles y un cuestionamiento latente que dejas ver de manera clara. Esos pocos instantes que resumen y le dan valor a toda una vida de no mas de un instante. Ese encontrar en algo sumamente existencial y temido, el motivo y la causa . . . es algo que me gusto... Hoy a diferencia de otras veces, te digo... que por cosas como estas es por las que creo que crees no morir. Arpovechalo.

Anonymous said...

que maricon...o mejor escrito MARIPOSON jajajajaja